El trastorno depresivo tiene una base biológica. Cuando un paciente no responde a los tratamientos habituales, es decir, a los fármacos antidepresivos y/o a la terapia psicológica, se debe a la existencia de una resistencia biológica que hace ineficaz la acción farmacología i/o la acción psicoterapéutica.
Esta depresión terapio-resistente, se da en un 30 por ciento del total de los pacientes depresivos. Es en estos casos donde cabe considerar la utilización de otras técnicas, como la neuroestimulación. Conocida también como estimulación cerebral no invasiva que ofrece fórmulas más susceptibles de ser utilizadas en estos casos precisamente para vencer a esa resistencia biológica, tanto por su elevada eficacia como por su seguridad.
Además, la aplicación de este tratamiento indoloro es ambulatoria, siendo la duración media de cada sesión de unos 30 minutos.
Dr. Ricard Bordas, psiquiatra
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